El complejo de las Piscinas das Mares de Alvaro Siza es una de las obras más visitadas de los ´60.El proyecto esta situado a lo largo de la avenida costera, la masa construida está ubicada por debajo del nivel de la calle para permitir una ininterrumpida vista al mar. El programa incluye dos piscinas (adultos-niños), vestuarios y una cafetería.
Debido a la necesidad de limitar los costos de construcción y de conservación de paisaje, el proyecto tubo que hacer una mínima intrusión en el terreno existente.Dado que un estudio topográfico no se encontraba disponible en ese momento, el arquitecto debió pasar días marcando la ubicación de las formaciones rocosas, para arribar a un diseño que requiriera la menor intervención posible.
Lo natural - Lo artificial
La gran piscina para adultos esta cerrada por bajos muros de hormigón que se extienden hacia el mar y se complementan en tres lados con las formaciones rocosas naturales. la continuidad de estos muros con la topografía existente y el nivel del agua en la piscina que parece ser contigua con el mar, crea la ilusión de una transición sin tropiezos entre lo creado por el hombre y lo natural. La piscina para niños, más al interior, está rodeada por una pared curvilínea por un lado y al abrigo del resto de sitio por masivas rocas y tiene un puente de hormigón en su entrada. En un gesto juguetón, este puente es lo suficientemente bajo como para desalentar a los adultos a pasa por debajo.
Accesibilidad - Visuales
El acceso a las piscinas es por medio de una rampa peatonal que conduce desde la avenida costera hasta ellas. El visitante desciende gradualmente, al mismo tiempo pierde de vista el horizonte en un laberinto de muros de hormigón, plataformas y cubiertas, de los puestos de duchas y vestuarios del edificio.Luego de pasar por los largos corredores, un pasaje a lo largo de un alto muro conduce de vuelta a la luz del Atlántico, pero el agua sigue siendo ocultada a la vista. Un sutil juego a los sentidos, esta elemento parece parir el paisaje en dos, dejando solo visible el cielo arriba y el mar audible más allá. La composición de estos elementos así como la de la construcción propiamente, se entiende solo desde la perspectiva de las piscinas, ya que desde la calle aparecen como figuras abstractas, una serie de esculturas en el paisaje.
Materialidad
Muchos de los materiales utilizados en el complejo de natación ya habían sido utilizados por Siza anteriormente en otras obras, pero aquí logran un inusual nivel de homogeneidad: el áspero hormigón, de un tono ligeramente más frío que las formaciones rocosas, lisos y lavables paños de concreto para los pisos, carpintería de madera Riga y tejados de cobre verdoso, que observados desde la avenida alcanzan una tonalidad similar a la de las piscinas.
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